Con tanta competencia en el mercado, es necesario destacar y diferenciarse para conseguir clientes. Para ello, es importante que conozcas a tu público objetivo, cuáles son sus comportamientos de compra y así ofrecerles aquello que les interesa. Las técnicas de persuasión pueden ayudarte a conseguir este objetivo y las puedes aplicar en tu estrategia de marketing online.
Guía a tus usuarios hacia la venta
La autoeficacia
Con la autoeficacia nos referimos a que es más fácil realizar acciones cuando creemos en nuestra propia competencia o capacidad para hacer y conseguir algo. Es decir, si creemos en nosotros mismos y consideramos que estamos haciendo algo bien, seguiremos repitiendo esa conducta.
Por ello, esta técnica de persuasión es muy útil e implica que debemos motivar al usuario en todo el proceso de venta, haciéndole ver que es la mejor opción. Esto lo podemos ver, por ejemplo, en algunas cadenas de reservas, donde a cada paso que demos en la reserva, refuerzan la elección del usuario.
Ubicación de los elementos
Para llamar la atención del usuario, es importante que el diseño sea llamativo y despierte el interés del usuario, pero también lo es la ubicación. Y es que, captamos antes la información que aparece en nuestra visión periférica que de manera frontal.
Por ello, es más útil llamar la atención de los usuarios desde alguno de los laterales de nuestra página web que desde el centro.
Reduce las opciones de elección
Los seres humanos somos muy contradictorios, porque nos encanta tener varias alternativas, pero después no nos gusta decantarnos por una, tener que decidir. Y es que, el hecho de tomar una decisión implica que nos podemos equivocar, algo que no nos agrada.
Por ello, tenemos que ayudar a nuestros usuarios a decidir, incluyendo en nuestro sitio web formatos que permitan al usuario visualizar el producto de otra manera (vídeos 360º, probadores, etc..) e incluso comparativas y filtros para ir reduciendo las posibilidades de elección y poder decantarse por la mejor.
Efecto señuelo
Para que el usuario se decante por el producto que nosotros queremos, una buena opción es utilizar la estrategia del efecto señuelo. Consiste en hacer que el cliente establezca una comparación que favorezca al producto que nosotros queremos vender.
De este modo, por ejemplo, podemos utilizar un producto de menor precio y con unas características inferiores, y si añadimos un tercer producto, se activará el sesgo de tendencia a la media, que nos lleva a elegir el producto que se encuentre ubicado en el centro.
Empatizar con el usuario
Para ofrecer el mejor producto o servicio, es importante que nos centremos en el usuario, en sus necesidades y en lo que espera de nuestra marca. Y es que, no debemos preocuparnos tanto de vender nuestra imagen de marca como de pensar en qué quieren los usuarios.
Así, podremos ofrecerles lo que necesitan y animarles con otro tipo de servicios, como descuentos, ofertas, servicios, etc.
El motivo de la acción
Es importante que trabajemos en el hecho de que cada acción que queramos que realice el usuario vaya acompañada de una razón. Ya que, cuanto más grande sea la acción, más grande será el argumento que le lleve a realizar la misma.
En este sentido, siempre nos sentiremos más felices cuando encontramos la solución al problema. Por ello, si en el proceso de compra le indicamos a nuestro usuario los motivos por los cuales debe adquirirlo, reduciremos los esfuerzos que tiene que hacer para encontrar dichas razones.
Esperamos que te sirvan estas técnicas y puedas aplicarlas en tu estrategia de marketing online para mejorar tus resultados y conseguir más conversiones.